jueves, 25 de agosto de 2011

La cucharilla del café

Uno de mis mayores defectos (atentos: yo confieso...) es mi necesidad casi patológica de agradar a las personas, tanto conocidas como desconocidas, ¿consecuencia? odio las peleas, odio pelearme, hasta el extremo de no importarme quedar como tonta (o algo peor) con tal de no responder a una provocación aunque lleve la razón de mi parte. Eso no implica que alguna vez si conteste a esa provocación y la líe parda, pero todo se me pasa enseguida, a los pocos minutos pelillos a la mar y a otra cosa mariposa. Desconozco la razón de ser así, nunca me he psicoanalizado en ese aspecto, pero me acepto tal como soy, que le vamos a hacer.

Mis leonas no son tontas...

¿Conclusión?

Me tienen tomada la medida y saben que antes de pelearme o soportar una pelea entre ellas hago lo que sea. Reconozco que actúo mal en ese aspecto y que no es excusa un "es superior a mi", sé que debo imponerme a ellas e impedir ese comportamiento.

Siempre me han contado que cuando no estoy delante, el comportamiento de mis hijas es ejemplar, todo educación y buenas maneras pero es aparecer yo y ya están llamando mi atención ¿cómo? pues peleándose, intentando imponerse una a otra, quedar por encima... provocando una pelea para que yo reaccione e intente impedirla... todo esto me sobrepasa, más incluso que todos los problemas provocados por la falta de dinero de estos años atrás, del estar sola para educarlas, cuidarlas y salir adelante.

Hoy Monty ha hecho una comparación que me está haciendo pensar, justo momentos después de aparecer por la puerta de casa al volver de la compra diaria y empezar las leonas a provocarse mutuamente:

- Eres como la cucharita del vaso, al removerse ellas fluctuan a tu alrededor como dos pajitas.

Nota: tengo una imaginación galopante, pero jamás me había imaginado como una cucharilla de café.


4 comentarios:

FranLoGar dijo...

Es admirable que haya personas como tu.

FranLoGar dijo...

Si tienes tiempo y ganas lee mi blog que es pequeñito.
http://principios-superar-dia-a-dia.blogspot.com/

Zana dijo...

Si ya te lo decía yo años aaaa xDDD

Son dos cielos, pero eres su madre. Recuerda eso siempre. Una madre educa, cuida, protege y enseña.

(Ya veremos cómo seré yo de madre más adelante...)

besazooooos.

synn dijo...

Si es que los niños son muy listos y saben los puntos fuertes de cada uno :)