El mejor momento del día

Meterte en una bañera con el agua muy caliente, hasta el cuello. Aguantando el calor. Dejando que el agua se vaya enfriando, sintiendo como la piel se va arrugando, sintiendo como los malos momentos del día se disuelven en el agua.

Salir de la bañera, secarse un poco y mirarte en el espejo, viendo a esa jovencita que todavía vive en tí, olvidando los muchos años que ya llevas a la espalda. Sentir como cae una gota de agua desde tu pelo, por la espalda... como resbala por tu piel, haciéndote cosquillas.

Sonreirle al espejo. Sonreirle a tu día, a ese mal día que ya se está acabando, porque mañana será otro día y seguro que será muchísimo mejor. Porque mañana va a pasar algo maravilloso que te compensará por todos esos malos días vividos.

Ir al dormitorio y meterte en la cama, sintiendo las sábanas limpias, sentir como la suavidad del algodón resbala por la piel desnuda. El olor del porvenir, de ese mañana soleado que ya toca, que necesitas que llegue de una vez.

Cerrar los ojos y perderte en tu mundo personal. Imaginar otros mundos fantásticos, maravillosos, en los que vives aventuras, en los que demuestras todo lo que eres capaz de hacer. En los que vives, lloras, sientes, piensas, enamoras, peleas, ganas.... y en los que siempre hay alguien a tu lado que te anima a seguir adelante, a no quedarte atrás. En los que jamás te quedas inactiva, porque actúas, porque eres capaz de encontrar el motivo por el que vivir, porque no te quedas esperando el "a ver que puede suceder..." En los que sabes que hacer y que decir en cada momento. En los que te aman más allá de todo.

Y ¿por qué no? fantasear, que también viene muy bien cuando no tienes alguien a tu lado (debo de tener un exceso de hormonas juveniles y la verdad que me encanta disfrutar de ellas).

Desear que no llegue el sueño nunca, porque mis sueños despierta siempre.... siempre, son mucho mejores.

El mejor momento del día, de mis días.