Recuerdo el día que le pregunté a mi padre:
- ¿Qué se siente cuando estás más cerca de los 50 que de los 40?
- Pues la verdad es que me siento como cuando tenía 25 años, acababa de casarme y tenía mi futuro por delante. Con la diferencia que ahora sé que tengo una hija guapa, inteligente y buena.
Obviando que mi padre pretendía decirme un piropo, ahora sé lo que se siente cuando estás más cerca de los 50 que de los 40 y sigues teniendo un futuro por delante por el que seguir avanzando.
Nota adicional: mi padre jamás cumplió los 50 años, es más, cuando le hice esa pregunta el día de su cumpleaños, nadie imaginó que celebrábamos su último cumpleaños.
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