lunes, 9 de enero de 2012

Despiste y carcajada

Aunque puedo aparentar ser muy seria a causa de mi timidez, soy de risa fácil y carcajada escandalosa.

Durante años olvidé reír y me conformé con sonreír con mis hijas.

Un buen día decidí reinventar mi vida y como consecuencia volvieron mis ataques de risa, de esa que te hace que duela la tripa y salten las lágrimas, pero que consiguen que te sientas genial y veas la vida menos triste. Desde que Monty comparte la vida con nosotras tengo un mínimo de uno a la semana cuando durante años los había olvidado. Lo considero uno de los síntomas de sentirme feliz ante la vida.

Tengo otro defecto, llevo demasiadas cosas en mi cabeza, por lo que mis despistes son antológicos y terminan provocando esos ataques de risa al darme cuenta de lo absurdo de la situación o la frase dicha.

El último de los cuales se produjo el sábado pasado hablando con Monty:

- A. (mi ahijada) ha contestado al mail.
- ¿Qué cuenta?
- Que la nochevieja pasada se fueron de fin de año.

Y me quedo tan campante, sin darme cuenta de lo dicho... hasta que Monty me responde:

- Lo original hubiera sido irse la nochebuena de fin de año.

Es entonces cuando se produce mi ataque de risa, contagiando a Monty que intenta calmarme, porque estamos en el bus y todos nos miran de reojo, pero no puedo parar de reir cada vez que pienso:

En nochevieja se fueron de fin de año.


Nota: Lo que quise decir es que se fueron a pasar la nochevieja a París... y salió lo que salió.

1 comentario:

Zana dijo...

Jajajajaja, pero si es que es normal. Además, tu risa es hermosa, que he tenido el placer de disfrutarla.

La frase es de libro, jajajajajajaja.