Moda y modas

Digan lo que digan, en cuestión de modas de vestir y llevar, está casi todo escrito y usado, por descontado. El casi es para no quitarle ilusión a los nuevos diseñadores.

Día: Sábado veinticuatro de marzo.
Lugar: Polideportivo de Ciudad Jardín, en Málaga.
Evento: XXIII juegos deportivos municipales. Gimnasia rítmica.

El polideportivo convirtiéndose en una enorme piscina de padres y parientes varios babeantes por las proezas de sus retoños y justo delante de mi se sienta cierta señora... entradita en años... tantos como gasta la presente (es decir, moi): Peinado, dos coletas, con multitud de hebillitas de distintos colores. Aunque ya de por si, el peinado llama la atención bastante, ella (es decir, la cierta señora) ha decidido que no se olviden de ella quienes se crucen por su camino: Vestido, camiseta de manga larga de anchas franjas azules y blancas, con enorme escote de barco, por el que asoman dos buenos atributos y tirantes de sujetador adornados con florecitas. Minifalda vaquera ajustada a la cadera, tanto... pero tanto, tanto, que los michelines se escapan por encima, intentando respirar algo. Medias último modelo de finas franjitas de colores, a la última moda. Zapatos: sandalias de verano de tiras, con enorme tacón fino. Complementos: bolso o más bien, extrabolso de crochét de la abuela, del que a media competición, saca cámara de fotos, envuelta en papel de aluminio para que no se manche con "veteasaberqué" que puede llevar en ese enorme saco.

Lo dicho. En cuestión de modas, está todo escrito y usado. Incluido el intentar aparentar lo que no sé es y terminar como dicha señora.