jueves, 18 de enero de 2007

Un domingo de enero

Un domingo de enero de hace ya... toda una vida.

Ha pasado el día de Reyes, el padre de Wendeling está cada día más débil, solo consigue levantarse de la cama con ayuda y realiza tal esfuerzo que termina agotado. Los últimos días los ha pasado casi sin salir del dormitorio... pero hoy es un día especial, han venido sus padres, los abuelos de Wen, y dos de sus hermanos, así que a pesar de los intentos de convencerle que mejor se quede en cama, termina en un sofá del salón, vestido, peinado y sonriente.

Hacía meses que Wendeling no ve a su padre tan bien, habla, se ríe, conversa... a la hora de la comida también llegan más visitas. Ayuda a su madre en la cocina. Ni en nochebuena había tal gentío en la casa.

El padre de Wen quiere comer en la mesa grande, con todos. Tanto ella como su madre se miran ¿aguantará en la silla? al final acceden.

Una velada perfecta que termina horas después con café y dulces que alguien ha traído. Todos sonrientes...

- Pues no está tan mal como me habían contado.

Wendeling escucha susurrar a sus dos tíos.

- ¿Te has dado cuenta del plato de arroz que se ha comido?

Poco a poco la casa se va vaciando de personal. Al final solo quedan los que viven en ella y los abuelos de Wendeling. De nuevo, con mucho esfuerzo, ayudan al padre a volver a un sillón del salón.

La abuela se levanta, llama a la niña y le pide que le siga a la cocina. Una vez allí comprueba que las dos están solas antes de sacar de su bolso un pequeño pañuelo bordado con sus iniciales. Parece que envuelve algo, se lo da y cuando ve que Wen va a abrirlo, pone su mano sobre la de ella.

- No, no lo abras ahora, espera a después.

- ¿A después de qué Mama? ¿Después de que os marchéis?

- No, a después... bueno, ya lo sabrás, ahora mismo guárdalo en tu habitación donde nadie lo encuentre, ni siquiera tu madre.

Ella asiente, extrañada, pero esconde en su dormitorio el pañuelito.

Horas después de que los abuelos se hayan ido, tiene la tentación de abrirlo, no consigue olvidarlo. Pero finalmente cumple lo prometido a su abuela.

Dos días más tarde descubriría a que se refería su abuela con "después".


Nota: Cuando volví a casa después del entierro de mi padre, había olvidado por completo el pañuelo de mi abuela. Me acosté en la cama e intenté llorar, pero no pude. Tenía la sensación de que mi padre seguía en la cama de la habitación de al lado, todo estaba igual... no había cambiado nada. Al final conseguí dormirme, pero de madrugada desperté sobresaltada, parece ser que soñé con el pañuelo, porque fui directa al cajón donde lo habia dejado para mirar su contenido. Después de quitarle el nudo que tenía, encontré dentro de él, la medalla de oro con su cadena, de mi abuelo... regalo de mi padre veinte años antes; la cadena de oro con su medalla de la virgen, de mi abuela, también regalo de mi padre para ella; los pendientes de oro que llevó mi abuela el día de su boda, regalo de su madre, que también se casó con ellos; y el reloj de mi abuela... Es decir, todas las joyas que mi abuela. Me sorprendió por completo el regalo. Con el tiempo conseguí preguntarle a mi abuela el motivo, quería que fuera yo, "su niña" la que se quedara con su herencia, ya que temía que otros buitres llegaran antes cuando ella faltara... premonición acertada por completo años después.

Te quiero papá, te quiero mama María.

1 comentario:

Wendeling dijo...

Comentario:

Esa escena que cuentas yo también la viví muy parecida. Ahí sonriendo de oreja a oreja y llorando desconsoladamente por dentro...nunca pensé que fuera tan buena actriz.
Esas cosas son las que nos hacen madurar.

Inés Perada 29 Enero, Lunes 14:13

Comentario:
Yo no quiero ni pensar en el día que falte mi padre.Lo he tenido muy malito pero parece que sigue adelante.
Lamento tu pérdida.
Un beso
invitado 19 Enero, Viernes 21:48 (Web)

Comentario:
...
Joder... Que tengo un día muy muy MUY sensible... y tu me cuentas esto y ya estoy yo aquí con unos lagrimones...
Nada, que no puedo escribir más!
Besos!
Igrein 19 Enero, Viernes 17:21 (Web)

Comentario:
Me has emocionado... no tengo más que decir.

Besos
Nanny Ogg 19 Enero, Viernes 13:24 (Correo) (Web)

Comentario:
Por mucho que pase el tiempo nunca se acostumbra uno a perder a los seres queridos.
Gracias a Dios todavía no he perdido a nadie realmente importante para mí y espero que tarde muchísimo en llegar ese día.

Un besazo.
abeja-maya 19 Enero, Viernes 11:01 (Web)

Comentario:
Es duro recordar a quienes ya no están, pero es precioso ver como hasta en sus peores momentos hicieron el esfuerzo de estar bien ante sus seres queridos.

Tu padre, como mi madre, eran fuertes y no se dejaron vencer hasta el último momento.

Esa herencia es un tesoro, como los demás recuerdos que llevas contigo siempre.

Un abrazo muy grande, me siento muy unida a la gente que ha pasado por lo mismo que yo. Besosss
GirlCanRock 19 Enero, Viernes 09:49 (Web)

Comentario:
El tiempo acaba dandote lo que te mereces y poniendo las cosas en su sitio.
Si tu tuviste la gran suerte de recibir esa herencia familiar no tan valiosa por ser de oro, como por otras muchas cosas, será porque así debía ser.

Besotes.
Basileia 19 Enero, Viernes 09:21 (Web)

Comentario:
Hay herencias que jamás se consiguen, y me huelo que en esa historia, alguien merecidamente se quedó sin las palpables ni las intangibles.

Un besazo
HSolo 19 Enero, Viernes 00:34 (Correo) (Web)