lunes, 10 de julio de 2006

Bienvenida a casa

Cuando era niña y vivía en casa de mis abuelos, jamás vi anormal que vivieran con las puertas de casa abiertas. No me sorprendía que cualquier vecino entrara y preguntara por alguien o que una vecina pidiera un poco de harina o incluso, alguna sartén que no se pegara la tortilla. Durante todo el día, cualquiera podía entrar, aunque en ese momento ningúno de los habitantes de casa estuvieran cerca... los gatos entraban y salían sin impedimento... los niños también.

Cuando fui a vivir con mis padres, aunque ya no fuera en un pueblo, sino en una gran ciudad, la vida se vivía igual: la puerta de su piso siempre estaba abierta durante el día. Eso si, cuando salían todos, la puerta se cerraba, pero esa era, junto con el momento de irse a dormir, la ocasión en que se hacía. Era habitual que en el momento de la merienda, mi madre se encontrara con sus dos hijos y algunos hijos de vecinos más, pidiendo un bocadillo de chorizo. Y allí estaba ella, saliendo pronta a la panadería, para abastecer a la chiquillería. Jamás hubo una queja por esa circunstancia... ni por la de encontrarse con otras vecinas al olor del café, entrando por la puerta. Mis padres, al igual que mis abuelos, siempre disfrutaron de una intensa vida vecinal.

Así que me costó mucho adaptarme a una vida solitaria, aunque rodeada de vecinos, cuando salí de mi casa. Me costó bastante descubrir que en mi nueva vivienda, las puertas de los vecinos siempre estaban cerradas, que aparte de un triste y solitario hola y adios, al tropezarse por la escalera o un comentario sobre el tiempo al coincidir en el ascensor, no había vida social. Me costó adaptarme a tener la puerta de mi piso cerrada.

Hubo despedidas cuando me marché de casa de mis padres para emprender mi nueva vida. Pero no hubo bienvenidas en mi nueva vivienda.

Descubrí que esa buena cualidad de mis abuelos y mis padres, que ese compartir entre vecinos, ya no existía. O tal vez era yo la que no había heredado la facilidad para hacer amigos que ellos tenían. Pero si hay algo que reconozco que comparto con mi familia... y es la facilidad para ofrecer lo que tienes, aunque sea poco.

Mañana llegará un nuevo habitante a casa. No tengo mucho, solo un techo sobre mi cabeza y unas habitaciones bastante desordenadas, no en vano, creo sinceramente que no tengo hijas, sino un par de leonas. Pero lo he ofrecido de corazón. No me importará compartirlo si a cambio veo ilusión en unos ojos que sonríen, estaré bien pagada.

Bienvenida a casa.

2 comentarios:

Wendeling dijo...

Comentario:
Conmigo contar para lo que sea, yo tambien vivi eso de las puertas abiertas en casa de mis padres y durante mis años de matrimonio mi casa estaba cerrada a cal y canto, debo decir que poco a poco voy abriendola y me produce una gran satisfacción. Besitos a la nueva inquilina de la casa de la gran hermana ;-).
Zarem 11 Julio, Martes 21:18 (Correo) (Web)

Comentario:
Yo también tengo recuerdos de esas puertas abiertas, y la gente pasando y saludando...

Hasta que un día al vecino le entraron, mientras estaba en la cocina y se llevaron varias cosas.

Entonces la magia se perdió y todas esas puertas se fueron cerrando.

Un saludo y me alegro que tu papá mejorara
Holly Golightly 11 Julio, Martes 13:30 (Correo) (Web)

Comentario:
La mia, la llaman el Hilton Mama...baratisimo, ademas, y sin reserva previa....Mis amigas se rien de cómo puedo vivir asi...A mi, me gusta que sea la casa de mis amigos, sin protocolos...
ViudadeTantamount 11 Julio, Martes 13:26 (Correo) (Web)

Comentario:
La hospitalidad es una de las mejores cualidades... y se echa de menos.

Beso
Baltasar Aceno 11 Julio, Martes 12:49 (Web)

Comentario:
Al pueblo donde suelo ir en verano es una de las cosas que más me gusta, que todas las casas están siempre abiertas... me encanta!

con el gran corazón que tienes estoy segura de que el nuevo habitante de tu casa estará feliz! sería imposible...


un besote gordo!!!!

P.D.: por cierto que tal tu papá??? espero que esté mejor.
mixizar 11 Julio, Martes 12:45 (Web)

Comentario:
En mi casa siempre había alguien de más. Éramos 10, pero a comer siempre había 13 o 14 y a dormir siempre había 11 o 12. Ese esquema de mi casa es tu casa me hubiera gustado reproducirlo pero, por alguna razón que desconozco, no he sido capaz de aplicarlo. Hoy es todo tan distinto, que da mucha pena. Sigo añorando eso de despertarme y encontrar a alguien extraño sentado a mi lado para desayunar y preguntarle: ¿Tú de quién eres amigo? pero creo que si hoy me encontrara a un extraño sentado a mi mesa, llamaría a la policía. Triste, ¿verdad? Un beso, mai, precioso post.

Y sigue así.
Wolffo 11 Julio, Martes 12:22 (Web)

Comentario:
Esa política de puertas abiertas se ha vivido en casa de mis abuelos, y también en la de mis padre mientras vivíamos en el pueblo. Yo también la echo de menos, con todo lo que conlleva. Era todo más cálido.
Me alegra mucho saber que ella va estar contigo, no se me ocurre una compañía mejor que la tuya y la de tus leonas.
Besos inmensos.
Cris 11 Julio, Martes 11:49 (Web)

Comentario:
En mi casa durante el verano siempre están las puertas abiertas tanto de día como de noche. La amistad con los vecinos genial.
Besos para ti y tu invitada.
Lara 11 Julio, Martes 11:08 (Correo) (Web)

Wendeling dijo...

Comentario:
"Hubo despedidas cuando me marché de casa de mis padres para emprender mi nueva vida. Pero no hubo bienvenidas en mi nueva vivienda"

Qué exacto, qué sintético, cuánta verdad. Qué tristeza...
cieso 11 Julio, Martes 10:45 (Web)

Comentario:
Ese es uno de los recuerdos de los veraneos de mi infancia, tanto en el campo como en un pueblo de la sierra.

Y en este pueblo, además, la puerta de la casa en muchos casos daba directamente a un salón, donde la gente ponía los marcos con fotos mirando para la calle. Así, según andabas por la calle, ibas mirando el interior de las casas y te empapabas de la galería de fotos familiares.

Besos.
Kotinussa 11 Julio, Martes 10:44 (Correo) (Web)

Comentario:
Eran otros tiempos también. Aquí vivíamos así antes, y ahora, en mi nueva casita, si la temperatura lo permite intento dejar abiertas la puerta de casa y del porche, claro que sí.

Wen, tú que eres todo corazón, le darás la mejor de las bienvenidas, seguro. Feliz estancia, y bienvenida seas.

Mil besos
Franfri 11 Julio, Martes 08:07 (Correo) (Web)

Comentario:
Eso es lo importante, hacer las cosas de corazón y con el corazón.

Un Besote para Tpu, las nenas y la invitada.
Elvira 11 Julio, Martes 00:59 (Web)

Comentario:
Yo tampoco necesito mucho, sólo necesito lo que me ofreces, y no lo habría tomado si no pudiera ofrecerte cosas a cambio, aunque todavía no las conozcas ^^
Anazia 11 Julio, Martes 00:46 (Web)

Comentario:
Wow, yo sería incapaz de vivir de "puertas abiertas" como nuestros padres. Si hasta me irrita coincidir con los vecinos en el portal..

Eso si, la gente capaz de actos de desprendimiento cómo el tuyo tienen toda mi admiración. No del tipo que incita a emularles, pero admiración al fin y al cabo.

Venga, un beso para ti, para tus niñas, y para tu invitada (¡Saludala de mi parte!).
Qué os lo paseís muy bien las cuatro juntas ;).
Maestro del Escaqueo 11 Julio, Martes 00:24 (Web)

Comentario:
Ya sabeis que contais conmigo también.
Muchos besos
Monty 10 Julio, Lunes 23:47 (Web)