martes, 27 de diciembre de 2005

La niña se queda en casa

Aquel día, la pequeña Wendeling de 6 años, despertó en la enorme y alta cama de sus abuelos, había dormido con ellos, algo apretada, pero el olor del amor y los mimos, hicieron que no se diera cuenta de la falta de espacio.

Estaba sola, tardó unos segundos en darse cuenta que esa no era la enorme sala del colegio, en el que dormían 20 niñas, sino la habitación de sus abuelos... que ya no estaba en el colegio, en ese momento oyó a su abuela moverse por la cocina.

- ¿Mama?

Su abuela apareció por la puerta, sonriendo. Se sentó en el borde de la cama:

- Papa ha ido al colegio, a buscar tus cosas, vendrá en un ratito.

Le puso una toquilla sobre los hombros, llevaba un enorme camisón que su abuela le puso la noche anterior... sólo tenía el azulmarino uniforme del colegio para ponerse, pero no le importaba. Ese día tampoco se iba a cruzar con Sor Teresa.

- Vamos, la leche está caliente.

Mientras Wen tomaba su leche, apareció su abuelo por la puerta. Traía una pequeña maletita.

- ¿Ya estás despierta? Cuando termines la leche, nos vamos a comprarte algo de ropa.

La pequeña tenía miedo de preguntar ¿Se quedaba en casa de los abuelos?¿No la iban a llevar al colegio de nuevo? Pero sonrió a su abuelo. Mientras terminaba su desayuno escuchó hablar a sus abuelos en la otra habitación. El abuelo estaba bastante enfadado, la abuela intentaba calmarlo.

--ooOOoo--

Después de la comida del medio día:

- Vamos a llamar a tu padre y decirle que te quedas con nosotros.

Un gran suspiro, una sonrisa de oreja a oreja. Unos nervios enormes recorrían su cuerpo ¿le dejarían hablar con su padre por teléfono? ¿Y con su madre?

--ooOOoo--

Con sus abuelos vivían sus tres tíos (hermanos de su padre)... No había ni habitación ni cama para Wen, pero todo se organizó. El abuelo trabajaba de noche, como guarda de unas bodegas. Así que podía dormir con su abuela... aunque un día de descanso, debía dormir con los dos... pero no importaba mucho. La iban a matricular en un colegio público, en el que también iban chicos y no tendría que aguantar a Sor Teresa, ni los madrugones, ni la misa en latín, ni los castigos de rodillas delante de la Virgen, ni el uniforme azul marino, con el duro cuello de plástico blanco, que siempre le pillaba un pellizco al abrocharse el botón y aunque echaría de menos a sus compañeras, pronto tuvo nuevos amigos.

Con el tiempo tuvo su propia cama y habitación, pero pocos amigos quisieron ir a jugar con ella en la casa del fantasma. Eso no impidió que olvidara esos dos años pasados en el colegio y que fuera por completo una niña feliz... aunque no llegó a recuperar a sus padres hasta los diez años.

--ooOOoo--

Nota: Años después me enteré de la escena que protagonizó mi abuelo en el colegio. Al parecer llegó preguntando por mi al colegio. No habían dado ninguna voz de que les faltaba una de las pequeñas. Ni aviso, nada de nada. Así que intentaron quitarse a mi abuelo de encima con un: "está castigada, vuelva usted mañana". Yo ni siquiera planteé escaparme del colegio. Sencillamente salí por la puerta. Todas mis cosas se habían quedado allí, así que imagino que pensaron que seguía dentro del colegio, escondida en alguna parte.

Mi abuelo pidió hablar con Sor Teresa. Cuando esta se presentó, le pidió mis cosas, informándole que la niña estaba en su casa. Sor Teresa se enfrentó a él. Mis padres me habían puesto a su cuidado, y tenía que permanecer en el colegio. Para eso habían pagado. Mi abuelo apretó los dientes y volvió a pedirle mis pocas pertenencias. Tras varios tiras y aflojas y pasar por el despacho de la madre-directora del colegio, le dieron la maletita. Cuando salía del colegio, acompaña por Sor Teresa, ella volvió a insistir que era su obligación cuidar de mi educación, que era una niña rebelde. Mi abuelo soltó la maleta y según comentaba, estuvo a un tris de lanzarle un buen hostión, que le salvó llevar hábito (y conociendo el carácter de mi abuelo, realmente le faltó muy poco para dárselo).

3 comentarios:

Wendeling dijo...

Comentario:
Anecdota con final feliz que le podía haber tenido muy malo. ¡Pena da que se contuviese tu abuelo! ;)
Besos
Gabi 28 Diciembre, Miércoles 21:14 (Web)

Comentario:
Lindalawen, mis padres estaban en Alemania. En principio solo me quedaría en el colegio hasta que se establecieran... pero pasó el tiempo y surgieron "problemas" así que cuando mis abuelos dijeron de quedarse conmigo lo aceptaron. Como siempre digo, conocí a mis padres con 10 años cumplidos... a mis padres y a mi hermano.

Jamás he cuestionado por qué mis padres me dejaron. Los niños aceptan las cosas y ya está.. sólo cuando crecemos nos lo preguntamos. Cuando volví a vivir con ellos, tampoco les pregunté la razón. Entonces me costó mucho más adaptarme a los cambios de una familia por conocer y una nueva ciudad (también cambié de provincia).

En ocasiones también me pregunto que hubiera pasado si ese amigo de mi abuelo no me hubiera reconocido. Supongo (no lo sé, realmente) que hubiera vuelto al colegio, aunque por esas horas estaba por completo perdida. Era muy pequeña. Recuerdo muy poco de lo que hice durante mi escapada.

Besos a todos y gracias por vuestros comentarios.
Wendeling 28 Diciembre, Miércoles 20:23 (Web)

Comentario:
Chica, cuando leo lo que has vivido, me doy cuenta de lo afortunada que he sido. Se que es meterme donde no me importa, pero, ¿por qué tus padres no volvieron a por tí? No lo entiendo. Menos mal que tenían a esos pedazo de abuelos.

Y también menos mal que te encontraste con alguien que se dio cuenta de que te parecías a tu abuelo, que si no...
Lindalawen 28 Diciembre, Miércoles 20:14 (Web)

Comentario:
maia, me han gustado tus recuerdos mucho.
Ya apuntabas maneras y de casta le viene al galgo.
Un beso
Susy 28 Diciembre, Miércoles 20:01 (Correo) (Web)

Comentario:
ayss q viaje al apsado XD!! yo si q he estudiado en cole de monjas!!
ayss los abuelos q tiernos recuerdos!! yo no tengo ahora ninguno, pero me quedan sus recuerdos y los buenos momentos
Besitos salados de CHOI
CHOI 28 Diciembre, Miércoles 18:54 (Web)

Comentario:
Debiste querer mucho más a tu abuelo desde aquel dia...
Que preciosos recuerdos..
Besitos.
Valentina 28 Diciembre, Miércoles 18:50 (Web)

Comentario:
Tengo que vigilar este instinto maternal... ya me están dando ganas de cuidar a la pequeña Wen.
Beso
Baltasar Aceno 28 Diciembre, Miércoles 17:06 (Web)

Wendeling dijo...

Comentario:
Me has hecho retroceder al pasado, yo no he ido nunca a colegio de monjas, por suerte para mi, pero si que se lo que es el amor de unos abuelos y lo protegida que me sentia con ellos, prometo leerte al completo, te acabo de descubrir y me ha gustado mucho lo que he leido.
Besos.
abril 28 Diciembre, Miércoles 12:50 (Web)

Comentario:
Que curioso. He leído tu post y he recordado mis años en el colegio de monjas.
Las situaciones eran las mismas. A mí también me pusieron de rodillas delante de la virgen Maria. A mi también me castigaron en el pasillo durante jornadas completas de tres horas ahora no recuerdo por qué.
A mí me tocó las tetas inexistentes o incipientes, un cura en mi primera confesión, previa comunión.
Mi madre en este caso, tuvo que lidiar, con la directora, que se afanaba en mi rebeldía, en mi falta de respeto, para justificar los golpes que a veces me daban, siempre la misma persona.
También recuerdo como una vez, por llevar las uñas pintadas, una monja me amenazó en su despacho con cortármelas, no con una tijera convencional, sino con unas tijeras de podar.
También recuerdo como me escapé, por la puerta, como tú y nadie avisó en mi casa.
También recuerdo como mi madre, por fin, ya no me llevó más y me trasladó a un colegio normal, con personas normales, con niños y con niñas. Allí, por fin, pude ser yo.
Que curioso.
Isabel 28 Diciembre, Miércoles 12:15 (Correo) (Web)

Comentario:
Ahí está tu abuelo, leñes, sin importarle un pijo la religión ni nada más, sólo su nietecita. Eso son personas y no robots... primero la conciencia y la razón, y luego lo demás. Suerte tuviste...
Mithrand 28 Diciembre, Miércoles 11:15 (Correo) (Web)

Comentario:
Menos mal que no se lo soltó por muchas razones y ganas que tuviese, eso lo habria rebajado a su altura.

Que gran história Wen... adoro leer estas anécdotas.

Besicos
Dragoncete 28 Diciembre, Miércoles 11:14 (Correo) (Web)

Comentario:
Hay veces que no entiendo a las monjas... si son de tanta caridad, honestas, etc. porque te hizo sor teresa pasar por ese calvario??? hay cosas que nunca entenderé...

un besazo!!
mixizar 28 Diciembre, Miércoles 09:48 (Web)

Comentario:
Monjas, misas, latín... me está entrando urticaria...
Desde luego hiciste lo correcto, aunque fuese una locura. Pero ya se sabe que muchas veces en esta vida lo correcto es lo más arriesgado.
Petonets maca
Memnoch 28 Diciembre, Miércoles 09:04 (Correo) (Web)

Comentario:
No entiendo la actitud de Sor Teresa?? pq no permitir dejarte ir si ya no eras tú quién se lo pedía, sino tu abuelo??
Una pregunta, te criaste con tus abuelos?? y tus padres?? Q dijeron tus padres?

besitos maia!!

Pd. Q bien q al final te pudiste quedar con tus abuelos y no volver a ese colegio...
Diablilla 28 Diciembre, Miércoles 00:52 (Correo) (Web)

Wendeling dijo...

Comentario:
Tiene que asustar el llegar al colegio y que no sepan responderte con la verdad, ¡pagar para eso!

Creo que han hecho lo mejor, ¿verdad?
Anazia 28 Diciembre, Miércoles 00:22 (Web)

Comentario:
aclaro: "ellos" son tus abuelos.
aguardentero 27 Diciembre, Martes 23:39

Comentario:
buscando la parte positiva de la historia, supongo que a partir de ese día, la separación de tus padres fue menos dura, quiero decir menos dura que si te hubiesen dejado desde el primer día con ellos. la negativa es, que el sufrimiento de un niño, es un precio muy alto. intentaré no olvidarlo.
beso.
aguardentero 27 Diciembre, Martes 23:38

Comentario:
¿Tu abuelo lleva barba blanca, un chaleco, vive en la montañas y tiene un perro que se llama Niebla? es que... no sé... me recuerda a alguien.

Oye, me tienes que explicar eso de "el olor del amor", porque o me estoy volviendo antiromántico o me ha sonado a anuncio de compresas, jeje.

Un besazo
HSolo 27 Diciembre, Martes 23:04 (Correo) (Web)

Comentario:
Qué suerte tuviste con esos abuelos. Yo sólo recuerdo a mis abuelas, muy distintas la una de la otra, pero en una cosa se parecían, y es que eran las personas menos cariñosas que uno pueda imaginar. Para una los niños (hasta sus propios hijos) eran sólo algo terriblemente molesto que no se podía evitar. La otra era de un carácter tan seco y adusto que más bien daba miedo.
También tuve un abuelo cariñoso y buenísimo, pero no me puedo acordar de él.
Kotinussa 27 Diciembre, Martes 23:04 (Correo) (Web)

Comentario:
Lo "positivo" de las grandes malas experiencias es que te hacen apreciar las pequeñas buenas, como tu tazón de leche de aquella mañana que sabía a gloria. Gracias de nuevo por compartir.
Anawin 27 Diciembre, Martes 22:57 (Web)

Comentario:
Te quiero, niña rebelde.
La mala educación lo que hace ;)

Besazos
Monty 27 Diciembre, Martes 22:44 (Web)

Comentario:
Mi dulce maia, ese amor de tus abuelos es un tierno recuerdo. Ellos ya sabían que tu rebeldía sólo era inteligencia, y que una flor necesita aire para florecer, tú lo hiciste a pesar de todo. Te quiero
Zarem 27 Diciembre, Martes 22:43 (Correo) (Web)