Invitación a una boda

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Ella

gaan trouwen op 20 maart a.s. om 10.00 uur in het gemeentehuis te Raalte.

Hierbij wordt U de gehele dag uitgenodigd.

U wordt verzocht om 9.30 uur bij het ourderlijk huis van de bruid, Monumentstraat 17 te Raalte aanwezig te zijn

Si Wendeling hubiera encontrado esta tarjeta hace unos meses, se hubiera sentido bastante mal, echando de menos una época vivida en la que estaba enamorada y sentía que la amaban. Pero la ha encontrado hoy, buscando un libro que releer y entre unos poemas... su memoria no recuerda cuando la guardó específicamente en ese poemario, pero supone que tuvo su razón de ser cuando lo hiciera.

Cuando con veinte años, Wen recibió esta invitación a una boda, supuso el hundimiento de las ilusiones de su futuro. A pesar de que lo intentó con toda su ansia, no fue capaz de desearle parabienes a la novia, porque ella no se sentía feliz. Ya hacía tiempo que había descubierto que la vida es dura y complicada, pero por unos meses volvió a sentir que podría ser de distinta forma. Y una simple tarjeta volvía a ponerlo todo en su lugar. La vida es difícil y hay que aceptarlo.

Hace varios años intentó ponerse en contacto con ella, mandando varias cartas a la única dirección que le queda en Holanda, pero no recibió respuesta. Esté donde esté Ella, desea de corazón que se sienta feliz.

Hoy solo siente nostalgia y en su cara asoma una sonrisa al recordar su primer amor. Hoy Wendeling siente que la aman de nuevo y se siente feliz... aunque sea lo bastante madura para saber que la vida es difícil, pero sabe que se puede seguir adelante y que es su obligación hacerlo.