jueves, 10 de diciembre de 2009

Buen gusto

Conversación mantenida entre Estel e Ithilien el domingo 6 de diciembre en casa de su abuela materna.

Ithilien: El arroz con pollo de la abuela está muy bueno.

Estel: El que hace mamá también está muy rico.

I: Pero mejor el de la abuela.

E: A mi me parecen los dos iguales, si los hacen las dos igual.

I: ¡¡Estel a ti te gusta todo!!... ¡¡Tú no tienes gusto!!

Y la señorita se queda tan tranquila tras su sentencia. Porque alguien que le gusta la comida no tiene gusto, pero ella, que es tiquismiquis en todo: la que pela una hamburguesa que se ha tostado lo más mínimo (¿cómo se consigue una hamburguesa a la plancha sin rastro de "negro"?). La que quita los componentes de la pizza para comerse la masa en seco. La que toda la comida no tiene que tener el mínimo de color al cocinar porque ya está pasada. La que.... da vergüenza de comer en público a su lado porque toda la comida, absolutamente toda, tiene algún defecto a la vista para no consentir en probarla, literalmente, es la que tiene buen gusto.

6 comentarios:

Viviana dijo...

jaajjajaj cosas de criaturas!!! o no tanto...

sirve que te diga "paciencia"?

Lara dijo...

Pero porque ella está convencida de que es así y ya está, jajaja...

Daniel Marcos dijo...

Estoy contigo; la que tiene buen gusto eres tú.

Kotinussa dijo...

Dicen que "a buen hambre no hay pan duro". A lo mejor el problema es que no hemos pasado suficiente hambre.

Tierra dijo...

Pues yo no creo que tu hija esté hablando de buen gusto o mal gusto. Está hablando del sentido del gusto, el sentido que nos hace diferenciar los sabores. Y precisamente por saber diferenciar los sabores haya las diferencias que existen entre cómo cocina tu madre y cómo cocinas tú. Y por esta cuestión es capaz de detectar todas estas cosas que nos relatas. Tu hija tiene un paladar fino. Pero tener un paladar fino no tiene nada que ver con que le permitas o no le permitas que haga esas cosas. Mi hija que es del tipo de la tuya tenía prohibido comer fuera de casa si no me prometía que se iba a comportar como Dios manda. Y cuando empezó a querer ir a casas de sus amigas empezó a pensarse que tal vez tendría que cambiar de actitud frente a la comida, aunque su paladar siga detectando los sabores de una forma más acentuada que los demás.

Tierra dijo...

Ah se me olvidaba, !!!felices fiestas Wen para ti y tu familia!!! (por si no me paso por aquí hasta el año que viene). Muchos besos para esas niñas tan estupendas que tienes.