viernes, 7 de diciembre de 2007

La vida sigue igual

Cuando mi madre llegó a casa, asumí tener algún pequeño encontronazo. Aunque tenemos caracteres muy similares, nuestras prioridades con respecto a llevar un hogar chocan bastante.

Ella no se siente bien si la casa no tiene las camas hechas, los cacharros fregados justo después de terminar de comer, el suelo barrido, el polvo quitado, el suelo fregado y baño y cocina relucientes y sin un microbio a la vista. ¿Traducción? Antes de salir por la mañana al trabajo, tengo que tener la casa reluciente y ordenada, porque si me descuido, tengo a mi madre, muleta en mano... más bien en las dos manos, porque usa dos muletas, intentando mover los sofás para fregar el suelo. Así que toca madrugón si no quiero ver una cara larga todo el día, y sentir que le duele más la rodilla por el sobreesfuerzo.




Hace algunos años... bastantes. Wendeling estudiante vive en casa de sus padres. Es época de exámenes y está preparando el próximo de biología, que aunque relativamente fácil, son muchos datos a memorizar.

- ¡Wen!... ¡Wendeling!

- ¿Si mamá? Estoy en mi habitación.

- Hoy toca limpiar el salón de casa.

- Mamá, estoy estudiando, tengo un examen.

- Ese no es mi problema Wen.

- Mamá, necesito estudiar.

- Te he dicho que ese no es mi problema. Hay que limpiar el salón de casa y necesito ayuda.

- ¿Y por qué no te echa una mano mi hermano? Está leyendo un tebeo y no tiene nada que hacer.

- Tu hermano es un hombre y en esta casa, mientras yo esté viva y haya una mujer, un hombre no coge una escoba...

La discusión sigue durante unos minutos más. Al final Wendeling, castigada, deja sus apuntes y se pone a limpiar el salón de casa... a fondo... antes de terminar con un castigo y un cabreo mayor todavía.




Meses después del episodio anterior. Lunes por la mañana, justo antes de ir a clase, una Wendeling estudiante busca desesperada el último trabajo de Filosofia sobre J. P. Sartre que viene realizando en los últimos meses. El domingo por la noche, cuando regresó de una salida con las amigas, se encontró su habitación ordenada, pero no echó en falta nada... esta mañana, por más que busca entre sus apuntes, libretas, libros y carpetas, no encuentra el trabajo que tiene que entregar en un par de horas. Su madre está dormida y le da apuro despertarla para preguntarle... aunque finalmente lo hace, si sale más tarde llegará tarde a la primera clase de la mañana.

- Mamá... mami... ¿dónde pusistes el trabajo que dejé sobre la mesa de mi habitación?

- ¿Uhmmm? ¿Qué quieres Wen?

- Los papeles que estaban en la mesa de estudio ¿dónde los pusistes?

- Tenías la mesa echa un asco, te tiré todos los papeles que tenías usados y revueltos.

- ¿¿¿¿¡¡¡¡QUÉ!!!???? ¡MAMÁ, TENÍA QUE ENTREGARLOS HOY!

- No grites Wendeling.

- Mamá, es un trabajo que tengo que entregar hoy, llevo meses preparándolo...

- Pues si fueras más ordenada...

Y Wendeling tuvo que perder varias clases, intentando, de memoria, volver a escribir el trabajo para no suspender la asignatura. Finalmente consiguió un aprobado y una regañina de su profesor, que esperaba mucho más de ella, por culpa de la obsesión de su madre por la limpieza y el orden dentro de casa.





Actualmente, más concretamente, en el día de hoy, siete de diciembre del dos mil cero cero siete, la vida sigue igual... cuando, al volver de la compra, me encuentro a mi madre que está limpiando mi mesa de trabajo.

- ¿Mamá? ¿qué haces?

- Pues que tienes la mesa echa una porquería, cualquiera que entre y la vea, va a pensar que eres una guarra, con tanto papelito dejado ahí, como si tal cosa.

- ¡¡¿Mamá?!! ¿Y todo lo que tenía sobre la mesa?

- No te preocupes, no he tirado nada, lo tienes ahí, sobre el sofá.

Y al asomarme al sofá, me encuentro todo... si todo... al mogollón... fichas de clientes por pedir junto a fichas de clientes con pedido ya realizado y fichas con clientes de baja o altas nuevas. Recibos para cobrar con tarjeta mezclados con recibos para cobrar por banco y recibos para cobro en mano, Recibos ya cobrados juntos a recibos por cobrar, fichas, pedidos, facturas, todo revuelto.

Un día de trabajo perdido, tres horas intentando recordar, a memoria, si tal cliente ha realizado pedido o me toca llamarlo, si tal cliente es para visitar o ya lo he visto,... tres horas intentando recordar, a memoria, si esta factura es para cobrar en mano o llevarla al banco, o si ya la he cobrado... Y las visitas programadas para hoy, suspendidas... por la obsesión por la limpieza y el orden de mi madre...


Nota: cuestión de preferencias, ya se sabe...

Aclaración: A tenor de los comentarios, salvo en ese pequeño aspecto de preferencias en la limpieza de una casa, mi madre y yo nos llevamos muy bien.

2 comentarios:

Wendeling dijo...

Comentario:
Si mi madre se viniera unos dias a casa, me volvería loca... lo reconozco, no me gusta hacer las tareas de la casa, así que más o menos una vez a la semana me da el arrebato y lo arreglo todo. Pero mi madre es como la tuya, todo tiene que estar arregladito antes de salir de casa, la ropa dobladita y en los armarios...

Eso sí: mi suegra es peor. Te dice exactamente lo mismo... pero lo razona de la siguiente manera: y si te atropella un camión y ven tu casa así? A lo que ganas me entran de responder: señora, si me atropella un camión me muero, así que que le den al que no le guste la cama sin hacer.

Besotes y pronta mejoria para tu madre. Un descanso para las dos.
Eva 12 Diciembre, Miércoles 18:45 (Web)

Comentario:
Es una etapa que aunque simpre es dura, todos hemos pasado de una manera u otra. Ahora tengo 31 años, vivo solo y es una gozada tener calcetines en el suelo mas de 3 horas seguidas. Todo llega
Besos
albert 11 Diciembre, Martes 23:50 (Correo) (Web)

Comentario:


Yo soy un maniatico de la limpiezay el orden, pero jamás se me ocurría ordenarle a alguién las cosas o desordenarle su propio orden a alguién aunque viva conmigo. Limpio y lo dejo como está si es de otra persona o le digo que lo ordene mejor por favor.

Ya echarás de menos eso ya. Bicos.

Álex 11 Diciembre, Martes 20:31

Comentario:
Cómo me ha recordado tu madre a la mía. Por suerte (¡qué malo soy!) hay mucha distancia entre nuestros domicilios y eso me evita sufrirla. Mi pobre hermana podría contar muchas anécdotas que parecen calcadas (o corregidas y aumentadas) de las tuyas. Por ejemplo, cuando se dedicó a ordenar los cajones de las mesillas de noche de su dormitorio y decidió que ese no era el sitio para guardar los preservativos. Un beso.
Miroslav Panciutti 10 Diciembre, Lunes 20:17 (Correo) (Web)

Comentario:
Que paciencia hay que tener con algunas madres!!! :D

Ya miraré de ponerla en cintura ;)
Monty 10 Diciembre, Lunes 18:06 (Web)

Comentario:
Las madres...
Que hariamos sin ellas.
Besitos y paciencia
Valentina 10 Diciembre, Lunes 18:05 (Web)

Comentario:
Vaya, espero que no des la batalla por perdida... y, yo no madrugaría, me encanta dormir, si se empeña en barrer que barra... si no quiere aprender que no aprenda... no sé... igual es más fácil verlo sin tenerla al lado ¿no?

NO TE RINDAS.

Un abrazo.

Por cierto, que estrés, si. Na má de leerlo.
Faboo 10 Diciembre, Lunes 14:24

Comentario:
Buf. Suerte que: a) Mi piso es lo bastante pequeño como para descartar la posibilidad de que mi madre se tuviera que venir a vivir conmigo, y b) Vivo lo bastante cerca de ella como para que lo descrito en (a) no sea un problema.
Pero no me cuesta trabajo reconocerme en tu madre, cada vez que me quedo a solas en casa de alguien con quien tengo un mínimo de confianza, y empiezo a ver las mesas todas llenas de papeles viejos y sin fundamento...próxima parada, el contenedor.
Qué paciencia tienes que tener...
cieso 10 Diciembre, Lunes 13:31 (Web)

Wendeling dijo...

Comentario:
Jajajaj qué fuerte Wen. Supongo que las cosas siempre pueden ser peor, porque mi madre también era de la vieja escuela, a su hijo nunca le tocaba ninguna tarea del hogar, pero por lo menos en los nueve meses de curso jamás mi madre me dijo que tenía que limpiar nada por obligación. Mi primera obligación era estudiar y si me quedaba tiempo y quería la podía ayudar. Y tampoco recuerdo un sólo día en que yo me levantase para entra ir al instituto o a la universidad y me encontrara a mi madre durmiendo, siempre me ganaba por una o dos horas aunque claro ahora se está resarciendo ayss también se lo merece.
Amy 10 Diciembre, Lunes 11:04

Comentario:
Buenas Wendeling.
Hace mucho, mucho tiempo que no pasaba por aquí. Llevo bastante sin entrar a leer por donde lo hacia antaño. Hoy no sé por qué razón, he releido alguna de mis cartas, y me he acordado mucho de aquellos momentos, y de todo lo que muchos de vosotros, tu entre ellas me ayudasteis, aunque yo no os he correspondido y os he tenido abandonados muchos tiempo.
Solamente pasaba a dejarte un saludo, y que estoy de acuerdo con lo de las madres, con algunas no se puede:)

Un besin enorme.

Chau
leumas 10 Diciembre, Lunes 01:04 (Correo) (Web)

Comentario:
Andrea, creo que ha sido el corrector del Word, que recuerdo perfectamente que escribí Sartre... de todas maneras, gracias y lo cambio.

Gracias a todos por vuestros comentarios y besos a repartir.
Wendeling 8 Diciembre, Sábado 20:36 (Web)

Comentario:
Me saqué una carrera de cinco años sin perder curso, mi hermano una de tres en diez. Yo tenía que hacer todo lo de la casa(casa muy grande), mi hermano no.Pero no educo a mis hijos así, y a mi madre, pues da igual, se la hecha de menos lo mismo que si no lo hubiera hecho asi. Disfruta de ella, y muchisima paciencia
Mabel 8 Diciembre, Sábado 16:24

Comentario:
¡¡Y yo que me quejaba de mi madre!!(aunque ahora que no la tengo al lado me he vuelto casi como ella :P)

...no sabes el estrés que me ha provocado tu post...

saludos!!

Por cierto, has escrito un nombre igual que lo hacía yo antes de que me suspendieran un examen de filosofía por ese motivo...es Sartre.
andrea 8 Diciembre, Sábado 12:08 (Correo) (Web)

Comentario:
suelo leer tu blog desde hace tiempo (llegué a él desde el blog de una conocida de la STE) pero nunca había comentado. Lo primero decir hola! y que me encanta cómo escribes y cuentas tu peripecia vital y me encantan las ocurrencias de tus hijas. En cuanto al post de hoy jo! mi madre es igual en lo que respecta a la limpieza y tirar cosas importantes diciendo que es basura y ni siquiera disculparse y me enerva. Lo siento, sé que hay que tener paciencia, pero si tú la tienes para comprenderla a ella que ella también ponga de su parte. ¿Sabes que haría yo? cuando tuviera ella algo recién limpio, coger y ensuciárselo jejeje suena terrible pero así valoraría tu trabajo sin menospreciarlo. Jope! me siento una hija horrible jajaja pero aunque quiero a mi madre (vivo bastante lejos de ella) no puedo vivir con ella. En fin, ánimo y paciencia y que podamos seguir leyéndote y sigas siendo cada vez más feliz con los

Un abrazo

Olatz
olatz 8 Diciembre, Sábado 00:40 (Correo)

Comentario:
Prohibela que toque nada de tu mesa de trabajo, o intenta hacerla comprender lo que te cuesta tenerlo todo "desordenado", aunque esto ultimo seguro que será mas difícil.

Un beso y mucha paciencia.
abeja-maya 7 Diciembre, Viernes 23:53 (Web)

Comentario:
Sabía que pasaría algo asi..
Paciencia cariño..
;-)
Zarem 7 Diciembre, Viernes 23:15 (Correo) (Web)