sábado, 10 de febrero de 2007

Contar historias

Como ya ha contado en numerosas ocasiones, a Wen le gusta consumir historias... esas historias que las hacen sentir viva, al introducirse en ellas. Le gusta el cine, le gusta escuchar hablar de sus propias historias a otras personas, pero sobre todo, le gusta leer, porque así, es ella y su propia imaginación las que viven la historia.

No recuerda exactamente en que momento sus letras hicieron click, como le pasó a su abuela, pero si recuerda perfectamente, el día, casi casi el momento, en que descubrió que además de consumir historias, le gustaba contarlas...


Verano de mil novecientres setenta y cuatro. La chiquillería ocupa la calle mayor del pueblo, más de treinta niños jugando al futbol cortando la arteria principal, las porterías señaladas por enormes pedruscos en medio de la vía y un balón que alguien tuvo la suerte que le trajeran los reyes magos, rodando, golpeado por unas decenas de pies de dueños que corren apelotonados. Difícil saber quien compone los equipos, alguno se equivoca de portería y mete gol en la propia... gritos, protestas, alaridos, intentos de sumar ese gol a su equipo, aunque haya sido en meta equivocada...

Y Wen que se harta de todo y decide sentarse en un bordillo, al lado de una niña más pequeña a la que acaban de poner gafas y que su madre no permite jugar al futbol por temor a que las rompa.

- Hola. Tu eres la hermana de María José ¿no? - La pequeña asiente.- ¿Cómo te llamas?

- Eva. ¿Tu eres la que vive en la casa del fantasma? - sonrie tímidamente.

- Sí. ¿Por qué no juegas?

- Me da miedo a que se me rompan las gafas, los niños son muy brutos. Me gusta jugar a otras cosas. ¿y tú por qué no sigues jugando?

Nuevo griterío, alguien ha hecho penalti, pero claro, como no hay señales en el suelo, el otro equipo se defiende...

- Me he cansado, además, como soy niña, casi no me dejan tocar el balón y para correr de un lado a otro como una tonta, mejor me quedo aquí. Me he traído una cuerda ¿jugamos las dos?

- No, se me pueden romper las gafas, además, no sé saltar muy bien.

- Bueno, puedes quitártelas un ratito si quieres, las dejamos en esa ventana y verás como no le pasan nada.

Pero Eva tiene miedo a que la regañen si la ven sin gafas, así que niega con la cabeza.

- ¿Entonces a que jugamos?

Eva la mira, encogiéndose de hombros. Wendeling la ve tan aburrida, que intenta pensar en algún juego en la que pueda participar ella.

- El otro día vi una peli muy bonita en la tele. Era de una sirenita ¿La viste?

- No, nosotros no tenemos tele. A veces vamos a casa de mi tía Isabelita que si tiene y vemos algo.

- Pues era muy bonita, porque era de una sirena que tenía el pelo muy largo y nadaba en el mar, porque no tenía piernas ¿sabes? solo una cola que brillaba, una cola de pez...

Wen empieza a contar el cuento de la sirenita a Eva, que la mira muy atenta, de vez en cuando la interrumpe para preguntarle algo... la historia sigue cuando se produce un silencio. Los niños han dejado de gritar. Se oye un murmullo de fondo.

Alguien ha fallecido y los mayores acuden en procesión, tras el féretro que llevan a hombros cuatro de ellos, por medio de la calle mayor. Hay que retirar rápido los grandes pedruscos que indican las porterías. Los niños se quitan, escuchan los cuchicheos intentando averiguar a quien llevan en el ataud. Se apartan pegados a la pared, al lado de donde Eva y Wen estaban sentadas, que se han levantado en señal de respeto al paso de los mayores.

Pasan los más retrasados, todos son hombres, las mujeres no van al cementerio, se quedan en la casa del fallecido dando el pésame a la familia. Los hombres acuden al entierro.

Los niños miran al final de la calle, por donde aun se ven las espaldas de la pequeña procesión. Todavía sigue el silencio. Extraño en la chiquillería, propensa a voces altas y gritos para hacerse oir sobre los demás. La voz, habitualmente más baja de Eva, se deja escuchar sobre el silencio:

- ¿Y fue a casa de la bruja?

Wen la mira y vuelve a sentarse en el bordillo. Prosigue su historia.

- Le daba mucho miedo, pero le ganó su curiosidad por ver el mundo de fuera del agua y al final, a escondidas, sin que su padre lo supiera, se escapó de casa y acudió a casa de la bruja, con todos sus ahorros...

El dueño del balón, que tenía bajo el brazo, lo deja caer sobre el suelo y se sienta sobre él, frente a Wen. Los demás niños se quedan de pie, escuchando como la sirenita al final, decide dar su voz a la bruja para conseguir unas piernas con las que caminar fuera del agua... poco a poco todos se van sentando alrededor de las dos niñas. Wendeling siente un hormigueo en su estómago, al darse cuenta de esas caras pendientes de sus palabras, pendientes de su historia.

Cuando termina, Eva intenta esconder una lágrima por la muerte de la sirenita. Algún niño protesta, ese cuento no le gusta, no tiene final feliz... ¿Wendeling conoce alguno en que ganen los buenos y no los malos?

Esa tarde no se volvió a jugar al futbol. La noche les pilló sentados todos en el suelo, en la calle, en la acera, en el bordillo, sobre sus rodillas, pero todos pendientes de las historias que ella contaba...

Hubo más tardes de cuentos, aunque ninguna como aquella primera (o al menos Wendeling no las recuerda con tanta claridad). Han tenido que pasar más de treinta años para que la ya no tan pequeña Wen, vuelva a sentir cosquilleo en su estómago, al darse cuenta de todos esos ojos que están pendientes de sus palabras, aunque ahora no sean escuchadas, sino leídas.

Gracias.

2 comentarios:

Wendeling dijo...

Comentario:
Gracias a ti por permitirnos sentarnos a tu lado en el bordillo y escuchar tus historias.

Besos
Nanny Ogg 12 Febrero, Lunes 20:53 (Correo) (Web)

Comentario:
A mis monos y a mi nos hubiese gustado estar sentados en el bordillo escuchando más historias.

El mono dorado 12 Febrero, Lunes 18:03 (Correo) (Web)

Comentario:
No te imaginas el gusto que da leerlos... pero echo demasiado de menos el escucharlos. Cuando menos te lo esperes, estaré plantada delante de tu puerta ;)
Zanawsina 12 Febrero, Lunes 15:45 (Web)

Comentario:
Jejejeje, que suerte tienen tus hijas de tener una madre que sabe contar cuentos...
Eva 12 Febrero, Lunes 09:07 (Web)

Comentario:
Ah! Es bonito sentirse escuchado.
Una sufre mucho cuando se siente ignorada, no sñolo por sus lectores, sino por los que se supone que te quieren...
Ah, toy blanda estos días...
Gracias por entretenernos Wen :)
SaLi 11 Febrero, Domingo 11:50 (Correo) (Web)

Comentario:
Nos hipnotizas, si fueras a mala leche como el flautista de Hamelín acababamos todos en el mar ahogandonos XDDDD
Sorsha 11 Febrero, Domingo 11:04 (Web)

Comentario:
Puedes estar segura, tienes magia contando cosas, ya sea imaginado, ya sea real.
Me gusta lo que cuentas y muchísimo el cómo lo cuentas.

Besotes

(Qué tal está Estel? mil besos para ella)
Malamala 11 Febrero, Domingo 09:31 (Web)

Comentario:
"Cuando las gentes sabían de su pasado a traves de los cuentos, explicaban su presente contándose cuentos y predecían su futuro con cuentos, el mejor lugar de la casa junto al fuego se le reservaba siempre... al "Cuentacuentos" ".
Faboo 11 Febrero, Domingo 08:37 (Web)

Wendeling dijo...

Comentario:

Este sí me ha gustado mucho, muchísimo. Que tiempos más felices eran la infancia. Bicos.
Álex 10 Febrero, Sábado 20:35 (Web)

Comentario:
Hermoso...asi de sencillo y chulo como lo cuentas...

Bikos!
Azul 10 Febrero, Sábado 19:46

Comentario:
Te decía que se me han saltado las lágrimas leyendo este post, me preguntaba a mi misma si estoy grave, te comentaba que eres un juglar moderno y que me da ternura imaginarte de niña contando cuentos. Y weno como siempre que te quiero. (relato del comentario que no salió :-P).
Zarem 10 Febrero, Sábado 14:41 (Correo) (Web)

Comentario:
No sale mi comentario.. con lo bonito que era.. a ver este.. :-P
Zarem 10 Febrero, Sábado 14:39 (Correo) (Web)

Comentario:
....y por hacerlo tan bien.

Un beso
Eva 10 Febrero, Sábado 14:16 (Correo)

Comentario:
Gracias a ti por contarnos tantas cosas ;)
Besos.
lara 10 Febrero, Sábado 11:21 (Correo) (Web)

Comentario:
A tí por sentarnos al corrillo :)

Besotes.
Basileia 10 Febrero, Sábado 08:58 (Web)