Es domingo por la mañana y me acabo de escapar un rato de casa. Me siento cansada y hay una jaqueca que lucha por salir adelante, aunque por ahora la mantengo controlada.
Despacio, paseo por las calles de mi adolescencia. Por las calles que empecé a conocer justo al mismo tiempo que a mis padres. Y aparecen recuerdos. Mis viajes diarios a clase, los compañeros que encontraba por el camino y que en ocasiones se dignaban a ir conmigo. Reconozco que siempre fui una niña "rara" pero es que realmente me daba igual las modas, me traían si cuidado que ahora se llevaran calcetines cortos o camisetas extra grandes. Siempre mantuve mi propio estilo. Recuerdos de una niña que en ocasiones vuelve a surgir más de veinte años después.
Y sigo paseando, paso por la puerta de entrada del Parque del Oeste y me vuelvo... ¿por qué no?... entro.
Pasear por debajo de los naranjos, sintiendo el frio de esta mañana, pero también el comienzo de la primavera, sentir el sol colándose entre las ramas y vuelven los recuerdos. Un paseo conversando con él, cogidos de la mano. Una fotografía sobre un puente de madera. Unos besos... y su sonrisa al mirarme a los ojos... ¿realmente solo han pasado cuatro meses? parece toda una vida.
Y la sonrisa, al observar a mamá cisne y sus tres polluelos nadando por el estanque. Me acaban de provocar que salga afuera mi instinto maternal, me siento en un banco y observo sus paseos por el agua. Son tres, no tienen más de dos semanas pero se los ve ya grandotes, grises y con personalidades. Uno de ellos es aventurero, se separa de mamá y siempre va unos metros por delante de ella. Y otro tiene problemas en una patita, se queda atrás, nada de un forma un tanto imprecisa, pero mamá cisne también está pendiente de él y cuando ve que la distancia es demasiado, vuelve a por su pollito. El tercero es un tragón, picotea constantemente todo lo que se va tropezando. Me gusta esta familia. Me siento mamá cisne con mis dos pollitos siempre alrededor. Aunque hoy me he escapado por un rato de casa.
Es hora de volver a casa, de encontrarme con Estel y su varicela (menos mal que no se ha dado muy fuerte, aunque lo está pasando mal por culpa del picor), de encontrarme con Ithilien y su sonrisa picarona: "Mamá, cierra los ojos que te voy a dar un regalito" y ese beso en la mejilla. Y con mi madre y su pregunta: "Wendeling ¿realmente todo ha valido la pena?"
Si, mamá. Realmente todo está valiendo la pena. Me estoy reinventado y esta vez será como yo quiero.
Málaga, en casa de mi madre. 6 de marzo de 2005.
1 comentario:
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simplemente yo, besitos dados. Supongo que el adaptarme a una gran ciudad, acostumbrada a vivir sin ningún tipo de restricciones en un pueblo, me costó bastante. Entre eso, pasé de intentar pertenecer al grupo, tenía suficiente con aprender a conocer a mis padres y a mi hermano. Besos.
Monty, hoy mi paseo ha sido distinto, porque no iba a perderme en mi mundo, sino que he terminado recordardo historias del pasado. Si, me doy cuenta que me hago más fuerte (espero que me dure). Besos.
Fray Barriga, espero leerte un día de estos, esos recuerdos que guardas celosamente. Gracias por el consejo. Besos.
dragon negro, he descubierto que si no pienso en positivo yo, nadie lo hace por mí. Solo deseo que esa sensación me dure lo suficiente como para avanzar un buen trecho. Besos.
Wendeling 7 Marzo, Lunes 01:22 (Web)
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me alegro que pienses asi, tan positiva, como debe ser, yo tambien estoy empezando a pensar que merece la pena, los reinventos van dando su fruto y todo parece volver a funcionar...
besitos a ti y a tus dos soles!!!
dragon negro 7 Marzo, Lunes 01:08 (Web)
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Me olvidaba de Estel y de su varicela, un 'truqui' del pediatra de mis niños, bañala en agua con un par de cucharadas soperas de maizena y despues de secarla en vez de talco rebozala en maizena. Dala un besazo de mi parte. Yo tengo los dedos cruzados pues en la clase de la peque están cayendo como moscas, y aunque esté vacunada la inmunización no es absoluta.
Besos desde mi convento.
Fray Barriga 6 Marzo, Domingo 23:57 (Correo) (Web)
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No se por qué pero la descripción de tu paseo me ha recordado una tarde en Valladolid hace la friolera de trece años. Curiosidades de la memoria. Me alegro al comprobar que tu ánimo mejora.
Besos desde mi convento.
Fray Barriga 6 Marzo, Domingo 23:47 (Correo) (Web)
Comentario:
Yo ese tipo de paseos los estoy echando mucho de menos... esta tarde me he resarcido un poco y he paseado, camino casa de mis padres por el nuevo parque fluvial del Besós.
Me alegro que sigas pensando que todo está mereciendo la pena :)
Besicos
Monty 6 Marzo, Domingo 21:25 (Correo) (Web)
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Mmmmm yo también fui una niña "rara" ,siempre iba a mis cosas,con mi hermano,con sus amigos,sola.... no me importaban las modas,me vestía como quería y me imortaban mucho menos lso comentarios.
Me alegra saber que todo ha merecido la pena y que esa reinvención va viento en popa!!!!
Qué tal esa varicela?¿ Espero que se la apsen pronto los picores!!!Dala un besito de mi parte
:)
simplemente yo 6 Marzo, Domingo 20:33 (Web)
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